
Dios te bendiga!!.
¿Estoy dispuesto a cambiar?
La pregunta es, “¿Realmente quiero permitirle al Espíritu Santo que me muestre donde necesito cambiar?”
Ves, hay un propósito detrás del amor implacable de Dios. Es esto: hay poder en el amor de Dios para solucionar todos tus problemas al cambiarte.
Si me dices que eres buena persona—bondadosa, caritativa, perdonadora, lavada en la sangre de Cristo—yo contesto, el amor de Dios provee algo mas que perdón.
Si me dices que eres buena persona—bondadosa, caritativa, perdonadora, lavada en la sangre de Cristo—yo contesto, el amor de Dios provee algo mas que perdón.
Puedes ser perdonado y una buena persona, pero aun ser gobernada y esclavizada por tu naturaleza pecaminosa.
Todos nacemos con la naturaleza de Adán, la tendencia a pecar.
De hecho, es esa naturaleza en nosotros que es fácilmente provocada, envidiosa, lujuriosa, airada, que no perdona.
Esta misma naturaleza es la que en nosotros ama el dinero, siembra semillas de destrucción, y no se puede regocijar cuando otros son bendecidos.
Si has estado peleando contra tu naturaleza pecaminosa, estas en una guerra perdida.
Si has estado peleando contra tu naturaleza pecaminosa, estas en una guerra perdida.
Esa naturaleza no puede ser cambiada.
Siempre será carne y siempre resistirá al Espíritu Santo. Nuestra naturaleza carnal es más allá de la redención, y por lo tanto, debe ser crucificada.
Esto significa admitir, “Nunca podré agradar a Dios por si solo. Yo se que mi carne nunca me podrá ayudar.”
Debemos recibir una naturaleza nueva, y esa naturaleza es la misma naturaleza de Cristo.
Debemos recibir una naturaleza nueva, y esa naturaleza es la misma naturaleza de Cristo.
Esto no es un rehacer de la vieja naturaleza o un traspasar de la carne.
Lo viejo tiene que morir. A lo que me estoy refiriendo es al nacimiento de una naturaleza totalmente nueva.
Y el Nuevo Pacto ha hecho provisión para esto:
2 Pedro 2:14
por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina
El amor de Dios nos dice: “Quiero asegurar tu posición en Cristo.
Tienes que darte por vencido en tratar de cambiar la naturaleza de tu carne, y déjame darte la naturaleza de mi Hijo.
Existe solo una condición para que esto suceda: simplemente cree.
Este cambio en naturaleza viene solo por la fe.
Debes creer y yo seré Dios para ti.”
Amados, cualquier creyente puede ser como Cristo tanto como desee.
Amados, cualquier creyente puede ser como Cristo tanto como desee.
Si tan solo puedes decir: “Creo que Dios realmente me ama,” estas confesando que el te ha ofrecido poder para ser cambiado.
Las Escrituras dicen que todos hemos recibido una medida de fe.
Las Escrituras dicen que todos hemos recibido una medida de fe.
Por lo tanto, todos tenemos la capacidad para creerle al Señor por esta infusión de su naturaleza.
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