Buscar este blog

lunes, 6 de julio de 2009

¿ Lo Conoces?



Dios te bendiga !!

¿LO CONOCES?

Yo sé que le has pedido cosas a Dios.
Muchas veces, seguramente has doblado tus rodillas delante de Él.
También sé que probablemente has clamado a Él en momentos de crisis y necesidad.
¿Pero en verdad lo conoces?
Has establecido una relación o simplemente has oído hablar de Él??.
Lo conoces íntimamente o es un refugio de ocasión??.
Lo reconoces como tu Padre o es un ser al que acudes como acudimos a un analgésico cuando nos duele la cabeza??
Hay una gran diferencia entre pedirle ayuda a un extraño a pedírsela a tu mejor amigo.
Pedirle un favor a alguien que casi no conoces no se compara para nada con pedírselo a alguien con quien has sostenido una relación por un buen tiempo.
El lugar para empezar una relación personal con Cristo es el mismo lugar donde cualquier relación comienza: una presentación.
Conocer a Cristo no significa que sabes todo acerca de él. Significa que sabes lo suficiente para decidir que deseas esta relación por sobre cualquier otra cosa.
Significa que entendes que el evangelio te es aplicable y que con todo tu corazón aceptás la invitación de Jesús para confiar en él con tu vida y tu destino.
Primero necesitas comprender que Dios, en Cristo, ha hecho algo por vos, que vos nunca podrías haber hecho por vos mismo.
Estas son buenas noticias.
Para poder comprender por qué éstas son buenas noticias, necesitas escuchar las malas noticias.
¿Sabes? La Biblia enseña con toda claridad que todos hemos pecado y que no alcanzaremos la gloria de Dios (Romanos 3:23).
Tu pecado y mi pecado nos separan de Dios.
El pecado es una deuda que está en continuo crecimiento, y no tenemos forma de pagarla.
Lo mejor que podríamos hacer no cuenta como crédito extra; no pasa de ser solamente nuestro esfuerzo personal.
Estamos espiritualmente en bancarrota.
A menos que obtengamos ayuda externa, las consecuencias de nuestra bancarrota espiritual son predecibles: castigo y muerte y separación eterna de Dios.
La primera mitad de Romanos 6:23 describe en forma sucesiva estos resultados:
“Porque la paga del pecado es la muerte”.
Afortunadamente, las buenas noticias vienen en la segunda mitad del versículo.
La ayuda externa está disponible y es absolutamente gratuita.



Romanos 6:23
“Porque la paga del pecado es la muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor Nuestro.”


Quizás te preguntes cómo es que la vida eterna puede ser un regalo gratuito para los pecadores.
Bueno, es gratuito para nosotros, porque es por la gracia de Dios, pero a alguien le costó mucho.
Las consecuencias del pecado son inevitables.
Alguien debe pagar por la pena o, en el lenguaje de Romanos 6:23, alguien debe aceptar la paga que se ganó por el pecado.
Alguien debe tomar nuestro lugar.

Ese alguien fue Jesús.
La Biblia enseña que cuando Jesús murió en la cruz, él pagó por tu pecado y el mío en forma definitiva, muriendo en nuestro lugar

Romanos 5:8
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.


EL SALDÓ LA CUENTA


Colosenses 2:13-15
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,
14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,
15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

La muerte de Cristo es la dádiva gratuita (por la gracia) de Dios para vos.
Nada que vos o yo hagamos podría merecer el favor de Dios.
El ser una buena persona, el intentar a fuerzas ir a la Iglesia, el intentar hacer buenas obras nunca podrá hacernos aceptables a Dios.
Jesús, en forma enfática, dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6).


Juan 14:6
6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.


Jesús es absolutamente Dios y hombre, por eso, en su muerte en la cruz nos representó de forma total y pagó la deuda total del pecado en forma definitiva.
Pero el simple hecho de que conozcas lo que Cristo hizo no te coloca en una relación con él.


Admitir tu pecado es el primer paso.
Entender las consecuencias justas de tu pecado es el siguiente paso.
Darte cuenta de que Cristo ha pagado por tu pecado en forma definitiva es el tercer paso.


Pero esto no termina aquí.
Debes recibir, en forma personal, la gracia de Dios por fe.
La Escritura declara:


Juan 1:12
12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;


Debes recibir la dádiva de gracia, no simplemente saber sobre ella.
Si nunca lo has recibido, Jesús te está diciendo en este momento:


Apocalipsis 3:20
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo


Este es un ofrecimiento que el Dios eterno te está haciendo a través de Jesucristo.
Él quiere estar con vos para siempre.
Y él quiere que vos estés con él para siempre. ¿Por qué? ¡Porque él te ama!
Así que la pelota está en tu poder.

¿Qué vas a hacer con esta maravillosa y grandiosa oferta de perdón de tus pecados y de una relación con Dios por medio de Jesucristo?
¿Rezarás ahora mismo para recibirlo en tu vida?
¿Admitirás tu pecado y te arrepentirás?
Vos podes venir a Dios en este momento mediante Jesucristo.
Vos podes, con una breve oración, expresar el más grande deseo de tu corazón de convertirte en un miembro de la familia de Dios.
Solo pedile a Dios que te perdone y hace carne lo que dice en:


Romanos 10:9-10
9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

No hay comentarios: